viernes, 1 de mayo de 2009

Opinión editorial tras la lectura de "el caso Russel"

Y ahora es cuando hablamos de nosotros mismos.
Nos gusta mantener muchas cosas en el circulo interno de La Parada y comentar en el blog simplemente las grandes pifias, pero eso no implica que no haya un número de personas que se autoconsideran amantes del cómic intentando ponernos la zancadilla. Y cuando digo autoconsideran es por el absurdo de situaciones como esta, en la que lo único que hacen es entorpecer el movimiento de autores nacionales que actualmente no tienen sitio en nuestro país. En cuanto a cómic se refiere, nuestro país está muy limitado, y no nos malinterpretéis, somos conscientes de que a nivel de mercado hay un buen público y cada vez más, pero que en su mayoría consume cómic extranjero. La industria del cómic en nuestro país se limita a un sector muy concreto y los autores que se salen de este estilo (tanto en narrativa como en dibujo) tienen que probar suerte en mercados extranjeros saturados por sus propios autores. Y todo por un simple motivo, no hay cultura de cómic.
Si alguno de vosotros vais con un cómic de batman, hellboy o dragonball en la mano todo el día, tarde o temprano alguien te llamará infantil en algun aspecto. "Cuando vas a madurar" es la frase que escuchamos los amantes del noveno arte constantemente. Lo gracioso es que por un lado, nos censuran constantemente series de animación y comics (comic code) y por el otro van al cine a ver obras intelectuales y maduras como "A todo gas". Pero nadie lo ve raro, es un gusto. Y es eso precisamente lo que hay que empezar a reclamar, que es lo que nos gusta y punto.
Y es por culpa de este ataque permanente que el comic español se ha vuelto sectario. Queremos decir que no somos infantiles y que nuestro arte es tan bueno como el cine o la literatura (al fin y al cabo es un punto intermedio) y la manera que usamos es consumiendo comics considerados maduros por la complejidad de sus guiones o la crudeza de la historia. Pero nos olvidamos que una cosa no quita a la otra, eso no implica que las comentadas u otras historias mas basadas en el entretenimiento sean necesariamente infantiles. Todo autor mete aunque no quiera un porcentaje de sus valores en los comics, y los mensajes de fondo pueden ser tan válidos como los de los que tratan esos temas de una forma más directa. Y, bueno, algunos simplemente será porque me gusta el estilo, no hay nada que explicar ni justificar. Los hay que dicen "me encanta Bisbal" y no pasa nada. Es cuestión de gustos.
Con todo esto dicho, desde LP editorial pensamos que es necesario crear una base de comic de entretenimiento en nuestro país. Dejarnos de rollos y hacernos la trama entre nosotros mismos y empezar a apoyarnos unos a otros para que el comic tenga el lugar que se merece. ¿No os gustaría tener una industria de comic tan fuerte como la de Japón? La cantidad de cómic que se produce a diario en ese país es escalofriante, y eso es posible gracia a que el comic se ve como algo normal. Aunque no tenemos que irnos tan lejos, a escasos kilometros, en Francia, el comic es una oferta de ocio tan valida como cualquier otra y con un mercado en constante crecimiento. ¿No queremos eso para nosotros mismos? La única manera es dejar de dificultar el paso a los que empiezan, y aunque nunca sea una ayuda de forma directa, muchas veces no molestar es una gran ayuda.

Muchas gracias a todos por vuestro tiempo.

3 comentarios:

Daniel H Alcojor dijo...

Yo soy lector de cómics desde bien pequeñito. Heredé algunos de mi padre y después yo he seguido desarrollando este amor por este tipo de arte. Hasta el punto de que me encanta dibujar y estoy intentando escribir algún cómic que otro y auto-editarme vía internet (ya que no considero que pueda ganar dinero con mi "arte").

Sufro eso que decís de "A ver si maduras", viniendo incluso de mis propios padres (que no entienden que a mi edad me sigan gustando tanto).

Pero bueno, yo paso y sigo con mi afición. Toda la vida he estado leyendo los típicos cómics de superhéroes, pero ha llegado un momento en que, simplemente, ya no me llenan. Las mismas historias y situaciones similares una y otra vez. Desde hace unos meses me estoy interesando más por lo que llaman novela gráfica: cómics con principio y final, con un argumento y una historia definidos y con un fin a corto o medio plazo. Nada de argumentos extendidos hasta el infinito.

Buscando este tipo de historias fue como descubrí "El cazador de rayos" de Kenny Ruiz, que me encantó. Y a raíz de eso he ido conociendo a varios artistas españoles que me están gustando mucho, con cómics muy buenos. Por eso agradezco labores como la vuestra que dan a conocer artistas nacionales muy buenos que lamentablemente se tienen que ir a otros países para ser editados.

Pater dijo...

hay muchas barreras que echar abajo en cuanto a "normalización" del cómic en este país
pero hay que perseverar!

saludos, pros^^

Anónimo dijo...

Hay que tener en cuenta que España casi siempre ha ido detrás de toda la Unión Europea. No es de extrañar que el comic sea de una minoría (seguimos llamando fiesta nacional a los toros, así que imaginaos...). Creo que es y será un pais de costumbres, nos queda muchísimo que aportar todavía. Pero lo importante es no rendirse, vencer las barreras y seguir innovando que de eso se trata.

Y si alguien te llama infantil es porque ha perdido esa parte tan importante que tiene el ser humano, la ilusión o la fantasía. Seguid así que sois geniales